Cómo aprendí a decir NO

Te cuesta decir NO, aún cuando sabes que ese SI te costará tu tranquilidad, paz, disfrute y plenitud

En algún escenario de mi vida, pasé por una etapa en la que tenía una relación de pareja un tanto diferente, una relación que se basó en muchas mentiras, experiencias nada cómodas etc etc. El punto es que la mayor parte de esa relación decía SI ante casi todos los escenarios y decisiones solo para complacer a la otra persona, para que no me dejara, para que la relación “no se acabara” en fin tanto miedo que tenía en ese momento, tanto miedo a la soledad que solo me aferraba a lo que vivía en ese instante creyendo que un SI podría ser la mejor decisión.

 

En el momento que decidí dar el mejor NO de mi vida, luego de estar en un hueco donde literal sentía que se me iba la vida, luego de tener un escenario con pensamientos suicidas, lo mejor que hice por mi y la relación fue decir NO a todo aquello que me estaba privando, solo por complacer a otra persona ajena a mi propio bienestar y plenitud. en ese instante di el paso que me parecía de lo más complicado del mundo, justo allí tomé mi poder de elegir, tomé mi poder de saber que siempre tengo opciones y que era yo la primera opción ante todo lo demás. tomé responsabilidad de mi bienestar físico y emocional.

 

El tema es que creemos que no hay opciones, que se nos acabará la vida y no lograremos alcanzar todos los estándares impuestos por la sociedad, familia, religión, amigos y un gran etc.  “mejor decir SI a todos y todo, es más cómodo y no necesito responsabilizarme mucho al final, verdad”, antes que dar un NO que me complazca y me haga vivir mi propia verdad. Porque parte estamos cagados de miedo, a que nos rechacen, a no ser aceptadas, a que la vida no sea lo que me dibujaron, a que mis padres no se sientan orgullosos, a que me quede sin esposo, o sin esposa y pare de contar. Vamos a tomar las riendas.

 


Hoy no te traigo recetas magicas pero quiero que comiences a practicar más, el decir NO aunque te cueste, porque vaya que cuesta, aveces ya estamos en piloto automático desde cosas tan tontas como no ir a una fiesta si no quieres, a que ir solo por compromiso con tus amigos o familia, o el escenario de tener o no relaciones sexuales con tu pareja solo si lo sientes y no hacerlo solo por que es la obligación… Y puedo seguir aquí dando una lista de todas las veces que solo estamos complaciendo a los demás con nuestras acciones.

 

Una sola herramienta te daré hoy, quiero la practiques todos los días, se convirtió en mi mantra por muchos años. Ahora me es muy fácil decir NO jajajaj

 

Cada vez que estés por tomar una decisión sea la que sea que involucre a otra persona o personas, pregúntate ¿A quién estoy complaciendo con esta respuesta o decisión? Si la respuesta es: Al otro, entonces esa no es la decisión correcta, la respuesta siempre o en la mayoría de los casos debe ser a ti primero, debe ser tu paz, armonía, plenitud, disfrute tu prioridad. Hazlo.

Manos a la obra comienza a dar ese NO regenerador, y me cuentas qué tal te va. Al principio será incómodo, luego será potenciador y práctico, aprendes a conocerte.

Te abrazo, AU.